miércoles, noviembre 3
El otro Richard
Cómo es que tienen esa capacidad para contar cosas como si te contaran cada vez su propia historia es algo que me asombra siempre. Lo tenía entre ojos hasta que pude leer un volumen con tres cuentos largos, De hombres y mujeres. Allí hay también una historia magistral de un hombre separado, su hijo, una cuñada y un viaje. Apenas empecé a leer y ya quería poner de fondo a Neil Young como para completar el paisaje. El clima estaba cambiando y soplaba una brisa, la clase de brisa ventosa que eventualmente se transforma en helada en Montana y sopla a través de tu piel como si estuvieras hecho de papel. Exactamente. Como si estuvieras hecho de papel. El aire frío que viene del polo, o la Antártida.
Por dos libras conseguí este Wildlife. El comienzo es perfecto: En el otoño de 1960, cuando yo tenía dieciséis años y mi padre estaba temporariamente sin trabajo, mi madre conoció un hombre llamado Warren Miller y se enamoró de él. Pensaba que la perfección de Carver, sus historias melancólicas de hombres y mujeres, no soportaban el formato de novela, que no se podía ser tan certero y creíble por tanto tiempo y después de tantas palabras. Y sin embargo está Richard Ford. Mi novia estalló en una carcajada. ¡Ricardo Fort! Si, una risa, suena igual.
Leí también de él El día de la Independencia. Creía que ya no podía leer novelas tan gordas. Y sin embargo. Al corazón de las cosas tal como las conocemos. Como se hace para construir una vida medianamente razonable, honesta, acorde a como es el mundo y no como quisiéramos que fuera. La lucidez necesaria para no perderse. Otra indagación acerca de la felicidad.
Es la secuela de otra novela, The sportwriter. Me siento feliz de solo saber de que está ahí también entre los libros usados que traje del viaje, una manera de que no termine. De hombres y mujeres.
Como esta fue una semana generosa quiero agregar otro comienzo perfecto, este de un inglés, Graham Swift: Mrs singleton había pensado tres veces en abandonar a su marido.
Las afinidades electivas; la sincronicidad de los temas, intereses y epifanías.
¿Cómo me dijiste que se llamaba? Ricardo Fort, como el de la tele.
Dj malhumor
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