Estoy en una sala de conferencia vacía. No es muy grande. Es la sala más chica del centro de convenciones de un hotel ; el hotel. La sala de conferencias está vacía para confirmar la irrealidad. Afuera en el pasillo las azafatas (¿Se las llamará así?) cotillean acerca del trabajo, del conferencista de ayer y de los asistentes que hacen lío (las hacen trabajar). El pibe que está al lado de la cafetera está con cara de pensamientos en blanco. Debe ser nuevo y está nervioso. El año pasado rompí dos botellas y no sé cuantas copas en un bar que trabajé, también estaba duro al principio. Después rompía cosas más relajado. En otro trabajo duré tres horas. Me habían dado una habitación y todo, era en un hotel. Me fui esa misma noche y dejé mis cepillos de dientes. Espío la vida de otras personas. Aparte de espiar la mía. Pero no hay nadie. Es una conferencia sobre pájaros, sobre cómo hacer para monitorear las poblaciones de petreles por ejemplo, de verlos por el google earth y ver su desaparición en directo. Ver como el agua se nos escurre de las manos. Me gustan los pájaros pero aunque no me los voy a comer soy como el zorro, un intruso y al acecho. Por fin llegan los conferencistas. Repaso mis conocimientos: en la tapa del último disco de Mogwai hay un águila, en Transatlanticism de los Death Cab una especie de cuervo (es negro como un cuervo bah) enredado en un piolín, en un disco de Pernice Brothers un halcón. Una de mis canciones favoritas de la vida es Right down the line de Gerry Rafferty y en la tapa donde salió hay un búho. Todos discos importantes en mi vida; el búho, el halcón y el águila. Eso es de antes, pero preparándome para este encuentro empecé a bajarme discos de artistas que no conocía con un ave en la tapa. Voy a ahorrarles esa pieza de conocimiento inútil. Desde que supe que el nombre del grupo es el nombre de un ave me gusta mucho más el grupo Shearwater. Es un ave marina que vuela como surfeando sobre las olas. Vi unas cuantas una vez en la costa africana (no recuerdo cual de mis yoes lo hizo). Una noche hubo una que como perdida siguió el barco por horas y de a ratos se posaba en la cubierta. Un pequeño milagro. Y está el Albatross de Slowdive. Slowdive es la música que me gusta. Me preguntan, ¿Qué música escuchás? Dudo un buen rato y después digo, Slowdive. La mayoría de las veces. Slowdive, el mar y un ave que recorre los océanos fríos con las alas más grande que pueda haber. Hay una forma que nunca engaña para reconocer un albatros; la forma de volar.
En un momento me fui. En el pasillo me tropecé con un tipo que un rato antes me había insultado en la calle. Fue un tanto extraño. No lo conocía antes. No lo conocía después. Todavía no se que fue eso. Terminé en un bar del downtown. Siempre quise decir esa frase. Me senté en la barra y pedí un whisky. Saqué un libro y el barman me contó que su padre era escritor aunque trabaja vendiendo matafuegos. Claro le dije. Somos del mismo club. Me dijo que el también lee, en especial libros sobre cocktails. Tiene sentido. Le gusta la cultura me dijo. Y me sirvió doble cuando su jefe no miraba. Antes y después pasaron otras cosas que olvidé.
Dj malhumor
3 comentarios:
no olvidar la aguilucha en la contratapa de crooked rain.
Como me gusta leerte
dj malhumor se sonroja.
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