Primero vi el corto. No sabía quién era ella y mucho menos que dirigía un corto que nos gustó mucho y que vimos de casualidad durante el primer BAFICI porque en el BAFICI no conseguimos entradas y terminamos en el Atlas Recoleta viendo una iraní y antes de la iraní daban unos cortos y entre esos cortos estaba uno que tenía la palabra Rey en el título y parecía hecho en México o en todo caso con aire mexicano o chicano y un poco nos hacía recordar a Amores Perros que por supuesto en aquella época lejana todos idolátrabamos, para decirlo de algún modo. Después vimos La Ciénaga. Yo había andado por Salta y entre las cosas que me traje de ese viaje fue haber pasado por un lugar llamado La Ciénaga y que me quedó retumbando en la cabeza como me quedaron también otros nombres debo reconocerlo, a saber, Agua Negra, El infiernillo, Mal Paso. Y entonces cuando llegó la película me dije, claro, que bueno, es la misma piba, y tenía que venir del interior, porque del interior viene la mayoría de la gente inquieta porque los de acá son tan provincianos que se creen que Buenos Aires es el centro del mundo o que es casi como Londres o París y que no tenemos nada que envidiar a nadie. Claro me dije y sonreí. Tenía que ser una salteña educada la que pudiera ver eso. O lo ve, o le viene la muerte si viene de cerca de La ciénaga. Tenía todo a favor y por eso me gustó aunque dejé pasar por alto las malas actuaciones ocultadas por las buenas y me quedé con las escenas bien resueltas y dejé ir las escenas a lo Jorge Polaco. Después esperé como esperamos todos hasta que supe del título y vi el afiche y otra vez me dije claro, que bueno, tenía que venir de ahí para poder retratar eso y entonces me pagué la entrada del cine que ya eran caras. En ese época también, ya solo iba al cine a ver cine, es decir, cosas que no puedo ver por mis propios ojos, es decir, Jurassic Park, X-Men, Batman y esa clase de fantasías; el resto lo veo en mi casa o en los festivales que como todo el mundo sabe es algo distinto. Y me supo a poco, bastante poco. No era una película sugerente, era una que sugería mal. Bueno, eso me pasó. Entonces ya no esperé más y me dije (me habré dicho) la próxima en video y después de un tiempo. Entonces sentados en la butaca antes de ver a la última del Guasón con mi sobrino vimos el avance de algo que parecía la vuelta del cine argentino que quería ser artístico o de género (si, suena a contradicción) y vimos el avance de una película que me querían vender como de suspenso y mi sobrino que me susurra que a esta ni loco (cuando vemos los avances nos susurramos esta sí, esta no) y entonces al final me entero, lo que a mi sobrino no le dice nada, que es la próxima de Lucrezia. Entonces me digo, video con reservas. Entonces viene el estreno y leo cosas estrámbóticas de periodistas que dicen cosas como Lucrezia es una verdadera cineasta como si esa frase no fuera equivalente a Evangelina es una verdadera vedette. Es decir empiezo a leer cosas que no pueden decirse de nadie, si se lo piensa un poco y se lo trata de entender. Eso no es culpa de Lucrezia, claro, pero me contó un pajarito que leyó una entrevista que Lucrezia decía que La ciénaga era una película de ciencia ficción y que ella podría dirigir la próxima de Alien. Me suena mal, me suena que no es posible que haya dicho eso. Pero bueno, también he leído reportajes a pibes que escribieron un par de novelitas y hablan de su poética o de como sufrieron la influencia de Joyce. Pavadas todas. Todo es una pavada. Con c, con s o con z, cada uno elige.
DJ malhumor
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