A Ferrara lo queremos, como a esos jugadores que hacen pifiadas mayúsculas que hacen perder partidos y campeonatos pero que nos han llenado de felicidad otras veces. El reviente siempre aporta su cuota de autenticidad también, tiene algo de real e inapelable, el reviente pareciera que no miente. Ferrara ha filmado algunos de nuestros clásicos y algunos bodrios inaguantables. Hace un tiempo vimos un documental donde el tipo vagaba por Nueva York haciendo cagadas y tratando de volver a filmar, ¿quién pondrá la guita nos preguntábamos? Alguien la puso, no sé que pasó en el medio y aquí está esta pequeña hermosa película acerca de un gerente de night club de buen corazón. ¿Increíble, no? EL gerente no es otro que William Dafoe y su biología tan especial, con ese rostro que parece venir de tiempos sin tiempo. Regentea el lugar, presenta los espectáculos y canta una canción escrita por Ferrara que debería ser un clásico de las canciones románticas, una de la que Henry Miller estaría orgulloso, todas las strippers son dignas de amor, todos somos dignos de amor. Ese momento de felicidad basta para justificar la película que tiene mucho más. Es un cuento de navidad también; lo sabemos al final porque todo el tiempo todo está a punto de desmoronarse. Ferrara nos regaló una canción.
Dj malhumor.
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