Desde el título: ¿una de polis gramaticales? Sí, eso. Más bien semánticos.
El que programó en prensa Police, adjective atrás de The Rati Horror Show no estuvo muy lúcido, o tal vez era un sádico. Me decidí por la de Corneliu Porumboiu y su cacareado boom del cine rumano.
La peli no está mal. Para empezar me gusta ver ciudades que nunca vi; en este caso, Brasov, de la que el jefe dice, con ironía, que se podría llamar "la pequeña París". Me gusta escuchar lenguas raras; el rumano, lengua romance, depara a cada rato sorpresas, como que se saluda diciendo Salut o se hace pasar con un Entri. Casi como si fueran soldados latinos hablando.
Después, la trama: un policía tiene un caso que no le gusta. Lo pusieron a seguir a un pibe que fuma hasch, y quieren que lo procese por eso. Largas escenas de seguimientos estériles. Lo mejor son los diálogos entre los policías, que de alguna extraña manera me hacían acordar a The Wire; ahí también se discute la pertinencia de las leyes antidrogas. La larga escena final en el despacho del jefe es realmente buena, pero no paraba de pensar que los ratis de Piñeyro seguramente no usarían diccionario. Una pena.
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