Texto de Pablo Conde extraído de la Guía Encerrados Afuera Para Pasarla Bomba en el Festival de Mar del Plata 2013.
- R100, de Hitoshi Matsumoto: El delirio extremo,
desbocado, salvaje, puede ser llamado de acá en adelante R100. No hay
nada que se compare a este desafío extremo de Matsumoto. Sin ponerse
gráfica, la aventura de un hombre con su mujer en coma y un pequeño niño
a su cuidado, pasa de ser un ascético melodrama a una comedia
inesperada. El hombre contrata un servicio de dominatrices para que lo
castiguen de manera azarosa, en pos de la búsqueda del placer desde la
humillación. Todo se desmadra a niveles épicos. Conviene no saber más. Y
conviene no perdérsela. Difícilmente haya algo más libre que esta
película ahí afuera. Y después se puede discutir la diferencia entre
libertad y libertinaje…
- Why Don't You Play in Hell?, de Sono
Sion: Se podría aseverar que este es el año en que el delirio vino de
Oriente, en especial con la trilogía conformada por Sion, Matsumoto y
Ki-duk. Aquí, unos entusiastas jóvenes cineastas se mezclan con dos
bandos de yakuzas, inmiscuyéndose en una batalla a muerte que será
registrada para la inmortalidad por un equipo técnico de frikis de
cuidado. Imperdible, muy imperdible.
- Moebius, de Kim Ki-duk: Ecléctico, como
mínimo, el cine de Kim Ki-duk es difícil de encasillar más allá de sí
mismo, toda una categoría. Aquí, una familia bastante poco normal se
deja llevar por sus más bajos instintos, comenzando por la venganza de
una mujer traicionada que comenzará por una mutilación. De allí en
adelante, nada es predecible. Locura total, no recomendable para
impresionables. Mantequitas…
- Everyone's Going to Die, de Jones: Una
de las tapadas del festival que hubiese brillado en la competencia
internacional. Dos personajes a la deriva cruzarán sus vidas en un fin
de semana en el que la nostalgia de lo no vivido lo tiñe todo.
Inteligente, sagaz, reflexiva, un estudio de personajes que brilla por
doquier.
La tumba de Bruce Lee, de Julián
Génisson, Lorena Iglesias y Aaron Rux. Este hipercreativo colectivo
español se hace llamar Canódromo Abandonado. Sí, así empieza la cosa. La
tumba de Bruce Lee es una de las chifladuras más adorables y
estrambóticas que se puedan imaginar. Una pareja española viaja a
Seattle en busca de dos objetivos casi opuestos: ella para cursar un
seminario de autoayuda y liderazgo, él para conocer la tumba del
legendario Lee. Un extraño personaje se les cruzará, desviando sus
búsquedas o potenciándolas. Si en vez de una película estuviésemos ante
un cómic, seguramente estaría firmado por Robert Crumb y el extraño
tercer personaje sería interpretado por Mr. Natural. Terrible ser Flakey
Floont, aquí. Una película extraña con un humor que puede dejar afuera a
algunos y muy, muy adentro a otros.
- Drinking Buddies, de Joe Swanberg.
Cineasta, actor, productor, guionista y loquesea incansable, Joe
Swanberg se le atreve a una apuesta un poco más grande en términos de
producción y elenco de lo que acostumbra en su extensa obra. El
resultado no podía ser mejor. Desde aquí siempre fuimos fans de
Swanberg, por lo que cuesta un poco decir que probablemente esta es su
mejor película hasta el momento. No es poco, para nada. Y no, no dijimos
nada del mumblecore…
- The Strange Colors of your Body Tears,
de Hélène Cattet y Bruno Forzani. El extraño color de las lágrimas de tu
cuerpo. No deberíamos agregar mucho más, ya que el título lo dice todo y
mucho más. Cattet y Forzani son lo smismo de Amer, esa película que
partió cabezas algunas ediciones atrás en el Festival. Para su segunda
película decidieron redoblar la apuesta y volverse más enigmáticos y
explosivos, logrando una de las películas más embriagadoras de los
últimos tiempos. No hay que contar mucho, sólo que el matrimonio logra
elevar su devoto fanatismo por el giallo a la enésima potencia, llevando
todo más allá. No apta para impresionables y gente que le tema a la
experimentación. Están avisados.
- The Dirties, de Matthew Johnson. Como
si fuese un documental casero, Johnson retoma hechos tan trágicos como
habituales en los países del norte. Un par de maigos juegan a documentar
un informe sobre "los sucios", todos los bullies que pululan por el
ámbito estudiantil. Para ellos, Johnson (actor y director) tiene un plan
muy concreto. Otra de las mejores películas de este año.
- Little Feet, de Alexandre Rockwell.
La vuelta de Rockwell -el de Hay una película en mi sopa (In
the Soup ) y Cuatro habitaciones (Four Rooms)- a las base más pura de su
cine. Filmada en blanco y negro y coguionada junto a su pequeña hija,
Little Feet es una pequeña sorpresa, con la fuerza esplendorosa de la
alegría infantil. Dos pequeños hermanos cuyo padre está apenas más
presente que su recientemente fallecida madre, se las apañan solos en la
vida cotidiana. Hasta que una aventura los planta en la calle, con un
compañero de ruta y una misión. Da gusto, vean.
- Videoclub, de Pablo Illanes. Es 1992.
Los videoclubes son, más que una realidad, una obligación. De repente,
una extraña epidemia de rabia o algo así se comienza a apoderar de la
gente. El mejor recurso, sin dudas, será esconderse en el videoclub
amigo. Illanes logra una película llena de frescura y buenas ideas, que
por efectista no descuida el desarrollo de sus personajes.
- Big Star: Nothing Can Hurt Me, de Drew
DeNicola y Olivia Mori. Una película sobre Big Star. Si no saben quiénes
fueron estos muchachos, no abandonen Encerrados Afuera. Bienvenidos:
nos vamos a llevar muy bien, al menos después de que vean esta película…
- Doomsdays, de Eddie Mullins. Dos
ariscos squatters se meten a la fuerza en casas de verano sin rastros de
sus dueños. Detrás de su anárquico accionar hay una fuerte ideología. O
al menos eso es lo que ellos pretenden. Eventualmente, un par de nuevos
compañeros se sumarán a esta causa sin nombre, haciendo que todo
estalle en pedazos. El cinismo de esta película es único. Aplausos, por
favor. Gracias. Nihilismo puro.
- The Pervert's Guide to Ideology, Sophie
Fiennes. Quienes vieron la obligatoria The Pervert's Guide to Cinema,
sabrán de qué se trata esta "secuela", en la que Fiennes repite como
directora y el filósofo Slavoj Zizek como insuperable maestro de
ceremonias.
- Teenage, de Matt Wolf: Usando como base
el libro Teenage de Jon Savage, Wolf indaga en los comienzos del
concepto de la adolescencia, una revolución moderna. Un documental
realmente impresionante.
1 comentario:
Uf, si, aguante joe swansberg. Y pasan la peli de big star tambien, aguante ken stringfellow. Y en el work in progress la d jovic, telma y luis, aguante todo, que cagada que no puedo ir
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