No voy a cometer la torpeza de recomendar una película que trata; sí es que puede decirse algo así, sobre la finalización de la obra de un edificio; obra que estuvo parada desde 1973 en la ciudad de San Juan; definida por Sarmiento como una medianía de casas bajas. Su director mismo no la recomendaría y cuando la presentó dijo que esperaba que supiéramos que veníamos a ver. Así y todo está es una película perfecta en su universo, bella y tierna; humorística e inteligente, aleccionadora y inspirada. Como para espantar a todo el mundo digo que es una película de un amante del cine por el cine mismo, lejos de todo y todos. La película anterior de Donoso, Opus, otra joyita, era, entre otras cosas, una reflexión mordaz de lo que es ser un cineasta en Argentina y de paso, una búsqueda del antídoto para sobrevivirla. Esta película me deja en ascuas. Le preguntaría, toda la belleza de esas máquinas tocas, de esas paredes bestiales y esos cielos infinitos, está allí o es un invento del ojo de los que filmaban? Hay una belleza que no sabemos ver o vamos al cine para escaparle a lo horrible?.
Viendo estas imágenes y escuchando la música de Ginastera, Fauré, Stravinsky y otros entendí cosas; varios pensamientos se me hicieron evidentes y quise dar gracias. Gracias.
Después nos tomamos el subte y compramos flores. Tomamos el tren y llegamos a Hurlingham a celebrar con Gerardo y María; llegamos con el caer de la tarde y vimos como Gerardo con su hijo ya tan grande tomaba la posta y preparaba el asado ahora que su padre no está. Mis sobrinas correteaban por ahí. Mi padre callado pensaba en su amigo que se fue y ya no lo acompañará a las carreras. La noche transcurrió plácida.
Dj malhumor.
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