martes, abril 8

Bafici: en la cuenta regresiva...

La odisea de sacar entradas anticipadas contada por un nuevo colaborador encerrado (no, no es el de la foto, pero imaginamos que así va a estar la próxima vez que tenga que hacer estos trámites).






Día -7

El martes 1 de abril empezó la venta de entradas anticipadas, pero resulta un tanto difícil ir a comprar entradas sin saber en donde y a qué hora pasan lo que uno quiere ver. Revisé la página oficial del festival probando todos los malditos links, y pulse al menos 18 veces F5 para actualizar en la parte de programación, que no se cansaba de decir "en breve estará disponible...", puteé al Bafici, a Macri, a Sergio Wolf y hasta a nuestra lisiada vice jefa de gobierno. Decidí, entonces, salir rápido para el Abasto para tratar de llegar antes de que se junte gente. Llegué a las 4 menos 20 de la tarde, tomé uno de los cuadernitos de programación y corrí a la cola, donde no había nadie. Como no tenía sentido quedarme ahí parado como un tonto mientras elegía, me fui a sentar al patio y aproveché para comprar el librito de las fotitos lindas y las reseñas megainfladas. Me sorprendió ver plasmas en el stand, ¿para qué carajo los van a usar? Me tomó 1 hora 20 elegir las pelis y combinar los horarios, fui a la boletería, pero ya había cola, después de poco más de 1 hora llegué a la ventanilla y saqué mis primeras 7 entradas (Profit motive..., Malanoche, The Man from London, Dead Gay Men & Living Lesbians, Useless, My Winnipeg y Night and Day). Antes de irme, con un poco de vergüenza y poniendo cara de gil, agarré furtivamente 4 cuadernillos de programación más para todos los compas.

Día -6
Aprovechando el feriado fui con un par de amigos de tour de compra de entradas. Mientras esperabamos el bondi decidimos el recorrido. Primero, bondi hasta el Atlas Santa Fe, después caminata hacia el Cosmos y finalmente subte al Abasto. Pasamos una hora de bondi, discutiendo sobre las pelis y los horarios. Todo lo bueno está en los mismos condenados días y en los mismos endemoniados horarios. Llegamos al Atlas a las 4.30, sin saber qué carajo sacar. Había cola, pero era cortita, entonces nos sentamos en la escalera y seguimos discutiendo por los horarios y las pelis, a eso de las 5 y 10 estabamos decididos: Sukiyaki Western Django, The Matsugane Potshot Affair, I'm a Cyborg..., Go go tales y Boarding Gates (sí, leí demasiado tarde la guía de encerrados). Fuimos al Cosmos, llegamos y no había nadie, y como ya nos habíamos decidido fuimos directo a la ventanilla y compramos para Llik your Idols... y Persépolis. Como casi no había gente en el Atlas y en el Cosmos pensamos que tampoco iba a ver en el Abasto y fuimos caminando tranquilos, entretenidos por la charla. Sí, nos equivocamos, nunca vi una cola tan larga y eso que fui a muchos Baficis. Llegamos casi a las 7 y nos pusimos en la fila, dejé a los pibes y empecé a ver si encontraba a alguien conocido pa' colarme, no encontré a nadie, pero de paso leí las letras rojas de la boletería, donde decía que vendían entradas para el Bafici hasta las 9. En colas mucho más cortas que esa me había pasado 3 horas y media, así que era imposible llegar a la ventanilla antes del cierre. Era al pedo hacer la cola. Volví con los pibes y organizamos para ir al día siguiente. Antes de irnos preguntamos un par de cosas en el stand como "¿venden entradas anticipadas en todas las sedes?", "No, el Rojas es el único que no vende anticipadas", nos dijeron.

Día -5
Llegamos al Abasto a las 3 y 10 y no había nadie, nos fijamos si había algún cartel sobre pelis agotadas pero no vimos ninguno. Queríamos sacar para Otto..., I'm Not There y sacarle a un amigo para Control, pero I'm not there estaba agotada, puteamos un toque. La chica de la boletería nos dijo que las pelis que estaban agotadas estaban anunciadas en los plasmas, entonces entendimos para que servían los plasmas, para vestir el salón comedor de algún funcionario cuando termine el Bafici. Puteamos de nuevo por el gasto al pedo (y después dicen que no hay guita para traer figuras) y por las pocas funciones de las pelis y nos fuimos.

Día -4
Salí de trabajar y me fui para el Recoleta para comprar dos entradas (quería sacar para los dos documentales de Guo Xiaolu, la directora de How is your fish today?, que me había encantado en el Bafici pasado). Llegué a las 2 y no había nadie. Me atendió un viejo de pelo blanco, medio pelado y voz suave, me explicó que no vendían entradas anticipadas, si no que "reservaban entradas", puteé para mis adentros a la chica del stand del Abasto. La reserva valía hasta 24 horas antes de la función, o sea había que ir de vuelta para comprar las entradas y de nuevo, finalmente, para ver las pelis. El viejo me anotó en la planilla, con nombre, documento, teléfono y tipo de sangre. Sí, sí, resultaba muy práctico reservar entradas (sentía que se me estaban riendo en la cara) y tener que ir tres veces a un lugar para poder ver una película, un iluminado lo planeó seguro. Encima el viejo me recalcaba una y otra vez (me lo dijo al menos unas 21 veces) que si no venía a comprarlas 24 horas antes de la función perdía la reserva. Le dije que no podía venir antes, que tenia otras pelis, que tenia vida y cosas de que ocuparme, además no había ni 15 personas anotadas entre todas las pelis del Recoleta. "Ah, bueno, entonces las vas a perder, porque nosotros las vamos a vender, siempre se hace un montón de cola, y esta lleno de gente, y hay que venderlas", "para qué carajo fui" pensaba. Le pregunté, mientras calculaba mentalmente cuanto antes podía llegar a la función "y, ¿si llego dos horas antes de la función, consigo entradas?". "Ahh, no sé, pero perdés la reserva, y además viene mucha gente, yo no sé, no te puedo decir nada, si te interesan la películas te conviene venir a comprarlas 24 horas antes". "Sí ya sé que pierdo la puta reserva si no voy unas conchudas 24 horas antes", pensé, y al mismo tiempo me daba cuenta que era imposible que llegase, más que 1 hora y 20 antes de la función de ese día. Le agradecí las reservas y me fui pal' patio del Recoleta para sentarme y armar de nuevo los horarios. Después de pensar un poco, marqué el jueves 10 para ir a comprarlas después del trabajo y antes de entrar a cursar. Ya que estaba ahí, me dio ganas de ver las muestras de pintura y fotografía, pero cuando me paré en dirección a la sala "Cronopios", me di cuenta que estaba cansado y que todavía me duraba la bronca. Mandé a la puta madre a las muestras y me fui para casa. Todavía no empieza y yo ya estoy harto del Bafici. Che, ¿cuanto falta para que termine?
Diego

2 comentarios:

(...) dijo...

Por una cuestión de dinero y distancia importante, sólo logramos 7 funciones con mi adorada esposa (not really, novia), y en una tarde, desde las 18 hasta las 22, habíamos recorrido el Atlas de Santa Fé, El cosmos, Leopoldo Lugones, Hoyts y el Malba. Creo que en Hoyts lo más exasperante fue (si, no sólo la observación de plasmas que nunca tendremos en nuestros hogares y que acá sirven para poner dos letras) que la propia gente no tenía idea de que ver y se pasaba de 10 a 20 minutos en la caja (y nosotros nos tomamos todo un día en casa para armar nuestro cronograma), siendo que había una cola que invadía el patio de comidas y que dejaban de venderlas a las 21. Por suerte llegamos, luego de más de una hora de espera, sin embargo nos perdimos "Lynch" y "Encounters at the end of the world".

Supongo que nuestro sentido elitista sobre estos eventos nos hizo detestar graciosamente toda la jodida publicidad que atrae a los pseudos interesados y todo ese tema de ventas anticipadas como si de un recital de The Rolling Stones se tratase (que por cierto, los detesto).

En fin, estamos adentro del Bafici, pero como reiteradas veces aparece en este post, "puteando".

Diego dijo...

Soy Diego, aprovecho para presentarme soy autor de este post y de otros que ya vendran.
Creo que elegir peliculas es lo más duro del Bafici, porque lo que uno quiere ver nunca esta en los horarios que le sirven, y cada peli que se elige obliga a descartar otras 2 o 3 que estan en los mismos horarios, y que era tan "querida" como la elegida. Y después hay un monton de horarios donde no hay gran cosa. Y saber que lo queres ver no podes porque no te dan los horarios y pensar en las mil combinaciones posibles es ya de por sí exasperante. Y si a eso se le suma información incorrecta y todas las vueltas que hay dar para sacar las entradas, todo se pone peor. Pero, eso no significa que no me haya extralimitado con los "puteando".