sábado, enero 28

dj malhumor y los turistas

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En el grupo hay una canadiense que parece una radio. Solo hay que acercarse y empieza a hablar. Que va a ir a una boda en Uruguay de una auténtica uruguaya que conoció en Paris estudiando algo que lleva la palabra business. Que el novio se propuso allí mismo; que era entrenadora de patín hasta que se rompió la rodilla y que su abuelo habla ocho idiomas. Simplemente no para de hablar mientras hay alguien cerca. Asume inmediatamente el interés del auditorio y empieza. Puede decir incluso que ama el silencio de las montañas y que necesitaba esta paz. Hay un sueco con cadena de oro que nunca escuchó hablar de Radio Dept y que es un divorciado solitario. Hay una portuguesa que estudio letras pero vende seguros y un catalán buena onda y pelado con una novia hermosa. Hay una alemana que se llama Heidi y otro alemán llamado Hermann. Todos quieren naturaleza a un precio razonable y con razonable confort también. A la noche me encontré con Ceferino en el bar del pueblo al que nunca había bajado en siete años. Ceferino enseguida encontró alguien con quien hablar de caballos y lo difícil de la doma. Yo había estado la semana pasada leyendo Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta. No hay nada como un buen título. Todo el mundo quería saber de qué se trata. Se trata de cómo vivir una vida menos ordinaria. O de cómo transformar cualquier vida en algo significativo. Se trata del elogio de la mentalidad práctica. De la inteligencia práctica mejor dicho. De la inteligencia que no piensa. De ser con el objeto. De realizar cualquier tarea con excelencia. A mi lado un holandés charlaba con un paisano que también hablaba de caballos. De caballos que se vuelven bellacos. Que linda palabra! Más allá dos escaladores hablaban de la piba que quedó colgando de las cuerdas en el Saint Exupery. Una roca cayendo a toda velocidad le dio en la cara. Como al ex novio de Irene. El impulso suicida. I love you but I have chosen darkness. Ese fue el leitmotiv de esta semana. El impulso destructor. El llamado de lo oscuro. Cuando se busca todo lo contrario. El problema de la separación dice el autor del Zen y el arte…Con Ceferino trabaja un paisano riojano y borrachín que le gusta andar peleándose en los bares. Siempre termina golpeado. Su fantasía es matar a alguno con su cuchillo que desenvaina cada vez pero solo termina recibiendo golpes. Salimos al campo seguidos de nueve perros. Por la noche comimos guiso y nos dormimos cuando se iba el día. En el macizo se veían las luces de las lámparas de los que subían. Malhumor cerro los ojos, respiró ondo y pensó en su futuro.

Santiago Bardotti

domingo, enero 1

Vispera de año nuevo.

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Dj Astro me abrió medio dormido. Escuché los pasos en el piso de madera y después asomó la cabeza. Yo venía un poco sudado después de correr unos kilómetros por el camino al lado del río de las vueltas. Salí después de desayunar y llegué hasta el salto; allí despedí el año. Me puse en posición de meditación, cerré los ojos y agradecí a todos los que me estaban mirando, como en el programa de Tinelli. Por el valle venía una lluvia finita. Estaba fresco y destemplado. Después de un rato y bastante en paz empecé a correr para el otro lado rumbo al pueblo. En la casa de adelante del astro hay un vivero. La dueña es una francesa que siempre soñó tener uno. Llegó a la Patagonia y se dijo que aquí que lo cumpliría. El astro le alquiló el lugar y allí la francesa plantó su jardín. Como en ese disco de Kid Koala, todos mis amigos son djs. Mientras tomábamos el café vimos fotos de orquídeas (una nunca descripta en la región) unos huemules y el paisaje increíble del lago San Martin; un último confín del planeta. No nos conocemos mucho con el astro, sin embargo cuando le pregunté cómo andaba me dijo ¨creciendo, evolucionando espero; a veces es doloroso, como toda transformación¨. En la radio sonaba Elvis Costello & the atractions. En el invierno se va ir a Perú para vivir cerca de la playa y hacer surf. Nada de nieve este año. Hablamos de hacer una expedición pronto, sí es posible con caballos y hasta donde lleguemos. Nos dimos un abrazo y me fui. La computadora del astro estaba abierta en fakebook. Conocí este año una chica que me dijo ¨yo respeto que no tengas fakebook¨. Como si yo fuera un amish o algún otro freak. Yo le dije ¨confió en otra clase de conexiones¨. O no se lo dije; no me acuerdo. Mejor no se lo dije, suena a Paulo Coehlo. No la volví a ver y estaba algo enojada creo. A la noche recibimos el año en el hotel. Terminé bailando con una alemana y un inglés vestido de amarillo muy parecido a Bill Murray. Lo último que me escuché decir fue ¨Life Acuatic, life acuatic¨

dj malhumor