lunes, septiembre 29

Historias Extraordinarias en el Malba

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El domingo que viene se estrena por fin una de las pelis nacionales más comentadas del año. Dirigida por Mariano Llinás (si, es el de Balnearios), Historias Extraordinarias, ganó el Premio Especial del Jurado (competencia argentina) y el Premio del Público en el último BAFICI.
El film se proyectará todos los domingos a las 18.30, dura cuatro horas y habrá dos intervalos de 10 minutos. La entrada sale $10 (estudiantes y jubilados $5). Les pasamos la dirección del museo por si no la tienen: Avda. Figueroa Alcorta 3415.
Como aperitivo, copiamos un párrafo del texto que Llinás escribió para el estreno en el Malba: Cuando yo era niño, mis fines de semana y mis vacaciones, mis lecturas de “Las mil y una noches”, de Doyle y de Verne, transcurrían en las afueras de un pueblo de campo. Mientras los libros me hablaban de Londres, de los de los mares de la China y los desiertos de Arabia, la realidad me imponía la melancólica y cotidiana llanura. Sé que de esa desavenencia nace hoy este film, pero me gusta pensar que es el dulce paisaje bonaerense el que acaba por imponerse. Que, si bien lo pueblan hechos maravillosos, misterios, inundaciones, incendios y fieras salvajes, esas excepciones pesan menos que cada uno de sus paradores desérticos, que sus rutas provinciales, que la música de las radios de pueblo, de los molinos, de los palomares y las casuarinas. A ese paisaje es que está consagrado el film, y creo hablar por mis compañeros al decir que ese es ya, y de ahora en más, nuestro paisaje. A ese repetido y hospitalario universo es a quien ahora, en nombre de todos, homenajeo, saludo y agradezco. ¡Salud, Mundo Universo! ¡Siempre de viaje!

Update: Historias Extraordinarias también se proyecta en el Teatro 25 de Mayo (Avenida Triunvirato 4444) los sábados a las 20.
+ info: en nuestra agenda de cine bonito y barato
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Historias Extraordinarias: Que se mueran los bobos

domingo, septiembre 28

Trieste, 2002

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La noche cayó pesada, como bolsa de papas, como colchón mojado (arrojado desde un tercer piso) como señora gorda; cayó, pesada, la noche, casí sin que lo notáramos. Alzamos la vista y el sol ya no estaba.

Dj malhumor.

viernes, septiembre 26

Slowdive

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Estoy en una sala de conferencia vacía. No es muy grande. Es la sala más chica del centro de convenciones de un hotel ; el hotel. La sala de conferencias está vacía para confirmar la irrealidad. Afuera en el pasillo las azafatas (¿Se las llamará así?) cotillean acerca del trabajo, del conferencista de ayer y de los asistentes que hacen lío (las hacen trabajar). El pibe que está al lado de la cafetera está con cara de pensamientos en blanco. Debe ser nuevo y está nervioso. El año pasado rompí dos botellas y no sé cuantas copas en un bar que trabajé, también estaba duro al principio. Después rompía cosas más relajado. En otro trabajo duré tres horas. Me habían dado una habitación y todo, era en un hotel. Me fui esa misma noche y dejé mis cepillos de dientes. Espío la vida de otras personas. Aparte de espiar la mía. Pero no hay nadie. Es una conferencia sobre pájaros, sobre cómo hacer para monitorear las poblaciones de petreles por ejemplo, de verlos por el google earth y ver su desaparición en directo. Ver como el agua se nos escurre de las manos. Me gustan los pájaros pero aunque no me los voy a comer soy como el zorro, un intruso y al acecho. Por fin llegan los conferencistas. Repaso mis conocimientos: en la tapa del último disco de Mogwai hay un águila, en Transatlanticism de los Death Cab una especie de cuervo (es negro como un cuervo bah) enredado en un piolín, en un disco de Pernice Brothers un halcón. Una de mis canciones favoritas de la vida es Right down the line de Gerry Rafferty y en la tapa donde salió hay un búho. Todos discos importantes en mi vida; el búho, el halcón y el águila. Eso es de antes, pero preparándome para este encuentro empecé a bajarme discos de artistas que no conocía con un ave en la tapa. Voy a ahorrarles esa pieza de conocimiento inútil. Desde que supe que el nombre del grupo es el nombre de un ave me gusta mucho más el grupo Shearwater. Es un ave marina que vuela como surfeando sobre las olas. Vi unas cuantas una vez en la costa africana (no recuerdo cual de mis yoes lo hizo). Una noche hubo una que como perdida siguió el barco por horas y de a ratos se posaba en la cubierta. Un pequeño milagro. Y está el Albatross de Slowdive. Slowdive es la música que me gusta. Me preguntan, ¿Qué música escuchás? Dudo un buen rato y después digo, Slowdive. La mayoría de las veces. Slowdive, el mar y un ave que recorre los océanos fríos con las alas más grande que pueda haber. Hay una forma que nunca engaña para reconocer un albatros; la forma de volar.
En un momento me fui. En el pasillo me tropecé con un tipo que un rato antes me había insultado en la calle. Fue un tanto extraño. No lo conocía antes. No lo conocía después. Todavía no se que fue eso. Terminé en un bar del downtown. Siempre quise decir esa frase. Me senté en la barra y pedí un whisky. Saqué un libro y el barman me contó que su padre era escritor aunque trabaja vendiendo matafuegos. Claro le dije. Somos del mismo club. Me dijo que el también lee, en especial libros sobre cocktails. Tiene sentido. Le gusta la cultura me dijo. Y me sirvió doble cuando su jefe no miraba. Antes y después pasaron otras cosas que olvidé.

Dj malhumor

jueves, septiembre 25

Acerca de la nouvelle de Dj Malhumor

1 comentario:
Fue en uno de mis viajes como corresponsal de guerra que conocí a Malhumor. Era en la época en la que la música que escuchábamos no era indie ni mucho menos alternativa, faltaba un cacho para que el britpop se fuera al carajo y recién estábamos empezando a querer a Elliott Smith. Había una fiesta en un refugio de montaña en una zona sísmica en un país en guerra contra si mismo. Todos eramos unos pendejos de mierda. Borradores de lo que somos ahora.
Llegué a la fiesta con tres gringos que estaban borrachos como vikingos, no sé como habían hecho para entrar unas 100 personas en menos de 50 metros cuadrados. El Dj pasaba una de The Cars, inmediatamente quise cagarlo a palos, en esa época cada vez que entraba a un lugar donde había un dj queria sopapearlo instantáneamente. ¿Quienes se creen que son los djs? ¿Que pretenden? Yo, de vez en cuando me hago el disc jockey y me pregunto lo mismo: "¿que carajo hago acá?".
Este era raro, pasaba Prefab Sprout y escribía en una libretita, "¿que anota este chabón?" me preguntaba, no había chicas sueltas a la vista así que me acerqué a la mesita del fondo que hacía de cabina, saludé con un leve movimiento de cabeza y pregunté si podía chusmear la carpetita de compacts, me respondió que si pero que no aceptaba pedidos. Igual que yo.
Revisé el porta cd, de alguna manera me intimidó y ni saqué de mi mochila los discos que había llevado como refuerzo, el ya los tenía todos y encima originales, que guacho.
Un rato largo después, cuando la secuencia de la fiesta se fundía a negro y quedábamos pocos en pie, tuve oportunidad de conocerlo. Se presentó a lo James Bond. "Soy Malhumor... Dj Malhumor". Volví a verlo unos 5 años después cuando me lo encontré como miembro de la redacción virtual de un site que luego compró google por centavos de dolar.
Ahora, aquí, está publicando un libro en entregas mensuales. Lo voy a leer con ganas, como si estuviera revisando su carpeta de discos originales.
Rodrigo Faisán

domingo, septiembre 21

La infinita gesta de los sueños húmedos

4 comentarios:
¡Loco! ¡Esto no vale! Me voy de viaje, los dejo solos unos días y pasan estas cosas. Hoy, tarde, tardísimo, me entero de dos bajas de esas que hacen que uno se ponga mal, sabiendo todo el bien que hacían esos tipos. Por un lado, Rick Wright, el tecladista de Pink Floyd, el del perfil más bajo (en popularidad) y más pronunciado (en narigosidad). Un bajón. Tristeza a través de un prisma. La otra baja, el otro bajón, es la muerte de David Foster Wallace, periodista multifacético, escritor alucinante y alucinado, un tipo con los pies en la tierra, las ideas claras y la prosa afilada, natural y certera. Si se lo proponen, pueden encontrar unos 3 o 4 libros suyos en ediciones de bolsillo a precios casi ridículos de lo barato. Si no tienen un céntimo, por acá se consigue, por tiempo limitado, la música de uno y los textos de otro. Disfrutarlos a la par no suena nada ilógico...

miércoles, septiembre 17

¿Vieron que vienen Peter, Bjorn and John?

7 comentarios:
¿Que loco, no?
Tocan un día antes que Adam Green y en un festival no tan gaseoso.
La cita es el sábado 27 de septiembre en el marco de la versión 2008 del onedotzero, en el C.C. Recoleta a partir de las 22hs y sale 50 mangos.
Aparte de todas las fantasías animadas que podrán disfrutarse en este fest desde el viernes 26 al domingo 28, habrá una serie de shows gratuitos de artistas nacionales agrupados bajo la denominación Talento local, allí se podrá ver, entre otros, a Banda de Turistas, ABducidos, Placer, Intima y Victoria Mil. Pueden consultar la programación aquí.
Nos vemos en el pogo silbador de Young Folks...

martes, septiembre 9

¿Nos vemos en lo de Bill Callahan? ¿y en lo de Adam Green? ¿y en lo de REM?

5 comentarios:
No está de más recordarlo: ¡este viernes toca Bill Callahan en Buenos Aires! Así es, todavía suena raro que el chabón conocido anteriormente como Smog actúe en nuestra ciudad (entradas a $45, si la comprás antes en la boletería de Niceto), pero que bueno tener este tipo de sorpresas cada tanto. + info en el site de Compass
Hablando de sorpresas: ¿vieron que viene Adam Green? Así es, el ex Moldy Peaches compartirá escenario en el Pepsi junto a Babasónicos, Massacre, El otro yo y Leo García (entre muchos otros). Esto es el domingo 20 de septiembre y sale 60 mangos. Ampliaremos...
Finalmente, se confirmó que viene REM para el Personal Fest (viernes 31 de octubre, sábado 1 de noviembre). Se rumorea que en el mismo festival estarán Jesus and Mary Chain y Kaiser Chiefs. Se dicen muchas cosas, pero de eso vamos a hablar mas adelante porque ahora tenemos que laburar.



jueves, septiembre 4

Paris desde Buenos Aires.

2 comentarios:
Es madrugada y me cuesta dormir. Me pregunto ¿Cómo sería hoy mi vida en Paris? Dos veces me dije, si hay un trabajo para mí en este bar , me quedo. Las dos veces había un trabajo para mí y no cumplí. La primera vez estaba con Carolina y fue en el Cafe Noir. Años después Carolina me confesó que tuvo miedo de que la abandonara allí mismo. Un pequeño letrero pedía una persona de buen humor y sensibilidad musical. Entre los cds que pude ver, llegué a divisar Tindersticks y Nick Cave. Este año otra vez. La gran diferencia es que Carolina no estaba (físicamente)y que estaba en Paris hablando un francés más que aceptable, lo que hacía todo mucho más posible. Sé que el trabajo hubiera sido mío. Un bar impecable, un barrio para mí. Incluso una chica llamada Beatrice me dijo que no podía desatender ese llamado. Así lo hice y aquí estoy. Miriam cree que las cañitas es como Paris y que le alcanza. Me encantaría vivir en esa fantasía pero no llego a habitarla. Mi fantasía es que Paris podría haber sido mía. O que es mía, que me adueñé de ella en tres días y una noche en bicicleta.

Dj Malhumor

miércoles, septiembre 3

Adiós a la memorabilia

2 comentarios:
Acabo de escucharlo en la radio, y la fuente es la revista Billboard: las simpáticas entradas de los recitales, esas que coleccionamos desde chicos, comenzaron su camino a la extinción. Fue Tom Waits el que tomó la delantera con tan ecológica y antipática medida. Parece que en su gira de estos días, Tom se negó a imprimir entradas, con el doble objetivo de talar menos árboles y prevenir la reventa. Para acceder a los shows, el único modo es comprar por internet o por teléfono, y presentarse en la sala con tarjeta de crédito y documento de identidad. Eso sí, si sos tercermundista y no tenés tarjeta de crédito, a llorar a la iglesia. Y si te gustaba juntar las entradas para después pegarlas en un corcho o una carpeta, o mostrarlas a tus amigos, o mirarlas los días de lluvia... crecé, que ya es hora. En cuanto a las entradas coleccionadas por décadas, aguantá un par de años y vendelas en el parque, que seguro se van a cotizar.

lunes, septiembre 1

Lucrezia

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Primero vi el corto. No sabía quién era ella y mucho menos que dirigía un corto que nos gustó mucho y que vimos de casualidad durante el primer BAFICI porque en el BAFICI no conseguimos entradas y terminamos en el Atlas Recoleta viendo una iraní y antes de la iraní daban unos cortos y entre esos cortos estaba uno que tenía la palabra Rey en el título y parecía hecho en México o en todo caso con aire mexicano o chicano y un poco nos hacía recordar a Amores Perros que por supuesto en aquella época lejana todos idolátrabamos, para decirlo de algún modo. Después vimos La Ciénaga. Yo había andado por Salta y entre las cosas que me traje de ese viaje fue haber pasado por un lugar llamado La Ciénaga y que me quedó retumbando en la cabeza como me quedaron también otros nombres debo reconocerlo, a saber, Agua Negra, El infiernillo, Mal Paso. Y entonces cuando llegó la película me dije, claro, que bueno, es la misma piba, y tenía que venir del interior, porque del interior viene la mayoría de la gente inquieta porque los de acá son tan provincianos que se creen que Buenos Aires es el centro del mundo o que es casi como Londres o París y que no tenemos nada que envidiar a nadie. Claro me dije y sonreí. Tenía que ser una salteña educada la que pudiera ver eso. O lo ve, o le viene la muerte si viene de cerca de La ciénaga. Tenía todo a favor y por eso me gustó aunque dejé pasar por alto las malas actuaciones ocultadas por las buenas y me quedé con las escenas bien resueltas y dejé ir las escenas a lo Jorge Polaco. Después esperé como esperamos todos hasta que supe del título y vi el afiche y otra vez me dije claro, que bueno, tenía que venir de ahí para poder retratar eso y entonces me pagué la entrada del cine que ya eran caras. En ese época también, ya solo iba al cine a ver cine, es decir, cosas que no puedo ver por mis propios ojos, es decir, Jurassic Park, X-Men, Batman y esa clase de fantasías; el resto lo veo en mi casa o en los festivales que como todo el mundo sabe es algo distinto. Y me supo a poco, bastante poco. No era una película sugerente, era una que sugería mal. Bueno, eso me pasó. Entonces ya no esperé más y me dije (me habré dicho) la próxima en video y después de un tiempo. Entonces sentados en la butaca antes de ver a la última del Guasón con mi sobrino vimos el avance de algo que parecía la vuelta del cine argentino que quería ser artístico o de género (si, suena a contradicción) y vimos el avance de una película que me querían vender como de suspenso y mi sobrino que me susurra que a esta ni loco (cuando vemos los avances nos susurramos esta sí, esta no) y entonces al final me entero, lo que a mi sobrino no le dice nada, que es la próxima de Lucrezia. Entonces me digo, video con reservas. Entonces viene el estreno y leo cosas estrámbóticas de periodistas que dicen cosas como Lucrezia es una verdadera cineasta como si esa frase no fuera equivalente a Evangelina es una verdadera vedette. Es decir empiezo a leer cosas que no pueden decirse de nadie, si se lo piensa un poco y se lo trata de entender. Eso no es culpa de Lucrezia, claro, pero me contó un pajarito que leyó una entrevista que Lucrezia decía que La ciénaga era una película de ciencia ficción y que ella podría dirigir la próxima de Alien. Me suena mal, me suena que no es posible que haya dicho eso. Pero bueno, también he leído reportajes a pibes que escribieron un par de novelitas y hablan de su poética o de como sufrieron la influencia de Joyce. Pavadas todas. Todo es una pavada. Con c, con s o con z, cada uno elige.

DJ malhumor

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