miércoles, marzo 15

Las afinidades electivas.

En la famosa reunión de los jueves con mis amigas, en el llamado sucucho de la avenida entre ríos, en la que hablamos de cremas para las manos, chicos y filosofía alemana de la naturaleza, dimos en llamar, tal vez influenciadas por nuestras lecturas, afinidades electivas a una secreta conexión entre obras aparentemente dicímiles. Esta conexión también se da entre sujetos, entre lugares y termina formando una extensa red. Las tres pelís de ayer me hicieron feliz en distintas maneras y a pesar de formar parte de tres distintas secciones una secreta correspondecia las emparentaba. Se trata de la uruguaya Ruido, la francesa les amants réguliers y la norteamericana chupador de pulgares ( thumsucker, impulso adolescente según los distribuidores locales). Tres hermosas novelas de iniciación según tres temperamentos nacionales. La versión sufrida, trágica e intensa francesa, el cuento de hadas norteamericano (especialistas en evitar el dolor) y la versión rioplatense que se resume en un gran parlamento de una de las protagonistas femeninas: me vino la regla la puta que lo parió . Pero vayamos por partes.
Ruido de Marcelo Bertalmío. La verdad que me salgo de la vaina por recomendarla pero no quiero crear falsas espectativas, me muero por decir que nació el Hartley del Río de la Plata pero no quiero, no se, mejor no lo digo. Empieza muy alto en una escena repleta de felicidad en una disco bailando algo que parece weezer/the rentals y la verdad que nunca decae (aunque la pelí pueda variar el humor y subir y bajar). Protagonizada por un Hendler más parco y perdedor aún y encima querible (hendler no se sí lo es, no me decido) el tono y los distintos personajes son de una melancolía intensa pero que jamas se dejan vencer en el melodrama. Tal vez es el tono melancólico el que hace a los toques de comedia y a los momentos de felicidad, más brillantes, como los trajes naranjas de los dos inspectores de ruidos municipales, protagonistas, aunque no excluyentes de la historia. Uno a uno se van sumando los personajes hasta completar cuatro que podrían ser parejas pero no lo son. Como es una novela de iniciación, la sexualidad es la caída, el mal, lo que complica todo. Uno de esos personajes es una niña de 12 años, la que se manda la soberana frase (podríamos decir que el director y escritor tiene un gran manejo de la puteada, de posta, durante toda la pelí). Sorprendente y aunque ella no lleva el eje de la pelí es su historia la que nos marca que se trata de un descubrimiento y un nuevo nacimiento (lo que por supuesto incluye la muerte y la desaparición de lo viejo). Mención especial a la música, sí, ha nacido un nuevo Ned Rifle. ¿Tengo que agregar más para explicar por qué está es la comedia encerrados del festival?
Thumbsucker de Mike Mills era nuestro número puesto (porque somos muy previsibles) y mucho más clásica en su caracter de novela de iniciación adolescente. Con música de Poliphonic Spree (más algunas canciones del gran Elliot Smith) de un director de videoclips de Pulp, Papas Fritas y Moby, ¿Cómo nos la íbamos a perder? El tono está acorde a la música claro; es dulce, utópico, soñador y sincero. Aunque el joven chupador de su dedo lleva la batuta está lleno de personajes para querer. Un Keanu Reeves haciendo de dentista freak (haciendo un poco lo de Travolta en Pulp Ficcion, qué rápido va todo, como si el héroe de Matrix ya fuera estuviera retirado!), el grandote de Rompebodas haciendo de profesor cool que debe mantener la compostura entre otros. Los padres del pibe, aunque un poco maltratados terminan salvando el honor, es que como les contaba, es un cuento de hadas; una salida honorable de la adolescencia para el protagonista, un rehacer la vida para los padres. Y sin embargo hay bastante lugar para la moral ambigua, el extrañamiento y el no entiendo del todo bien muy bien. Hace reir y reconforta; eso sí, dijo Víctor que parecía una pelí de Todd solonz hecha por disney que sí a los pibes de este High School los agarran los de Kids, se los cogen a todos; blup!
Les amants réguliers de Philippe Garrel. De Garrel todo el mundo en la sala de prensa dice con un tono bastante serio, claro!! Garrel, nadie vió mucho, pero Deleuze lo cita varias veces y se corrió la voz, así que no será cosa de quedar mal. Habíamos visto una en un Bafici y nos había dejado con las ganas, ganas que nos sacamos con esta hermosa película. Garrel tenía 20 años durante el mayo del 68, y esta es una película sobre los vente años y el mayo del 68. En blanco y negro, llena de primeros planos bellísimos, exigente con el expectador (toda película de más de dos horas es exigente con nuestro harware que corre el riesgo de colgarse). Entre las múltiples lecturas hay dos que son antagónicas: el mayo francés fué una cosa de niños. La otra: una cosa de niños puede devenir algo muy serio y transformar muchas cosas. Es bastante impresionante de ver el film luego de ver recientemente a la policía entrando a la Sorbonne. La película no es solo un homenaje a la nouvelle vague sino al cine mismo.

Bueno me voy que me cierran la peluquería y ya llegó Winterbotton!!

Miss Mundo

No hay comentarios.: