jueves, diciembre 26

Felicidades

Mi más grande temor en la vida ha sido siempre tener que trabajar. ¿Se entiende no? Del catalogo de declaraciones rockeras para sobrecitos de azúcar siempre recordé al pibe de Green Day diciendo que habían trabajado duro para no tener que trabajar. Por eso cuando Mark me dijo con un whisky en la mano, en su living, grande como todas las casas de todos los miembros de mi familia juntos, ¨You never had a proper job, hadn´t you? Fantastic¨ sentí que había hecho muy bien las cosas. Cuando de vuelta en Bs As le conté a Carolina fue el comienzo de una discusión interminable peró. Cómo fue que desde la maravilla inicial yo fui a parar a ese lugar de no me importa nada de vos y ella a ese lugar de qué vas a hacer de tu vida es otro misterio. Necesitamos diez años. En la misma discusión yo traje a colación que había dormido tanto en una mansión como en el piso de un departamento de un ambiente y que en verdad yo estaba bien en cualquier lado. Yo le contaba esas cosas como los gatos traen ratones a la puerta de la cocina. Como una muestra de mi amor. Irónico. La vida hace chistes todo el tiempo. Los ratones en la puerta fueron el basta. Yo lo sabía. Todos sabemos. Los gatos saben también que los ratones en las puertas están mal. No sabemos interpretar. Los dueños quieren creer que es un regalo; en verdad los gatos dicen: ¨así soy yo, cazo ratones y pájaros, nadie me va a domesticar¨. Ver la obra maestra ¨Mr. Fox¨. Volví a encontrar a Mark y Joan este diciembre. Subimos una colina, anduvimos a caballo junto a un río verde y tomamos vino mirando el atardecer. Mark a veces me sorprende con preguntas cómo; ¨Tenemos una cena en el Jockey Club; ¿deberíamos llevar flores?¨. Hubo una cena con notables de la zona y mi presencia es siempre un misterio. Cuando terminó todo me fui a leer el libro de Richard Ford que encontré en la biblioteca (y me traje). Richard Ford es nuestro nuevo Raymond Carver. Cuando leo los cuentos contenidos en Rock Springs me vienen ganas de escribir sobre mis fracasos. De onda eh, sin rencor. Para colmo Ford escribe sobre paisajes que parecen patagónicos. Pero mientras para nosotros las montañas y los bosques son el escape (qué me importa que Buenos Aires se derrita!) para Ford son la condena. El cordero lo preparó Rosendo a quién no le quisieron contar que de aquí se iban a las Malvinas por miedo a ofenderlo. Era difícil explicarle que solamente iban a ver pájaros y no a hacer acto de soberanía. Me preguntaron sí hicieron bien. Les dije que para mí también Rosendo era indescifrable. Dj Malhumor.

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