¨Vos tenés que hacerte conocer¨ me dijo mientras me llenaba el vaso de whisky. ¨Te puedo decir que nadie, pero nadie debe haber hecho esto; venirse a esta aldea en bicicleta¨. Cuando nos dimos la mano casi me la quiebra. ¨Se ve que tiene fuerza¨ le dije. ¨Tenía fuerza; así como ves yo pesaba noventa kilos¨. Al rato vino directamente con la botella y una foto de él con sesenta y cinco años; no hace mucho porque ahora tiene setenta según me dijo. Es muy graciosa; está posando como un Charles Atlas y la verdad que tuve que mirar varias veces para confirmar que no era trucada; puro músculo y el cuerpo de un atleta ruso pero con pelo y barba blanca como un marinero. Igual a Popeye ahora que lo pienso. Anoche dormí en una colina bajo unos eucaliptos con una vista panorámica del río y el pueblo al otro lado. Llegué hasta ahí que es una especie de confín del mundo. El río es ancho y el viento era muy fuerte; las olas eran muy grandes y por otra parte la barcaza para cruzar se rompió. Con suerte crucé la tarde siguiente. Las nubes pasaron y encontré ese lugar perfecto. Me quedé mirando el atardecer mientras allá lejos, supe después; Pavone lloraba como los gauchos que me voy encontrando; gente sentimental en el fondo. El tiempo se había detenido. Me dije, el gato puede estar vivo o muerto, solo depende de sí miro. Lamentablemente en esta aldea a la que al fin llegué hay internet y leí los diarios. Igual unos paisanos en camión que ya en la mañana esperaban la barcaza ya habían comentado de los destrozos de Nuñez; en ese momento yo veía pasar unas vacas creo; cuando terminó el partido y mi infancia; la idea de ser los mejores, siempre todo el tiempo. Ja. Ni siquiera me salvó hacerme hincha de Peñarol esta semana que perdió la final. En fin. La vida está en otra parte. El viento no me deja dormir bien y parece a veces arrastrar malos pensamientos. Me vuelvo un chico atribulado como el protagonista de la perfecta ¨A Kind Of Funny Story¨. Una de las películas que me puso en el equipaje mi amigo Pablo. Creí que era mi autobiografía. Hasta cantan mi canción favorita de la adolescencia; Under Pressure. Pibe de quince que no para de pensar, obsesionarse por todo; sentirse presionado por los padres y que no encuentra otra salida que la depresión. De esa mala sangre sale una comedia bárbara. ¡Sí tan solo la hubiera visto! Las soluciones llegan aunque a veces tarden. ¨Vos andás en camping no?¨ Volvio a desaparecer y me trajo un libraco estilo biblia que resultó un catálogo de outdoors; ¨Te volvés puto mirando eso¨. Yo le mostré el cuchillo que me regaló el loco Juan pero esa es ya otra historia.
Dj malhumor.
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