lunes, abril 11

Flojón flojón - Silver Bullet de Joe Swanberg + Aardvark de Kitao Sakurai + Headshots de Lawrence Tooley

El horóscopo ya me había aconsejado seguir mis instintos y no lo quise oír. Pero mis instintos también hubieran fallado porque lo que me había propuesto este festival era ir, como en la gloriosa peli del joven que fue John Cusack, por something sure. Hoy me vine solo a curiosear y así me fue. Empecé con Silver Bullet de Joe Swanberg. Debo confensar mi imparcialidad; el llamado mumblercore me despierta los peores sentimientos y a pesar que la presencia en pantalla de David Foster Wallace me hizo ilusionar todo naufragó pronto. En un momento el actor que hace de un joven director (interpretado por el propio director) dice que el cine le produce fastidio en todas sus formas; verlo, hacerlo, etc. Se nota che y esa mezcla de falsa modestia, confesión y chiste no nos ahorra ni un poco nuestro propio fastidio. Antes se hacían películas por necesidad de expresión o por ganas de hacer dinero; hoy se hacen por un exceso de egresados de escuela de cine y de ociosos en general producto de la sociedad de bienestar. En fin...les avise...los peores sentimientos...
Seguí con Aardvark de Kitao Sakurai. Empezó bien esta historia de un ciego ex alcóholico que practica una variante Zen de Karate. Me lo decia mientras la veía, este tiene algo que contar no como el otro fastidiado del cine de al lado. Aparecían personajes curiosos y las escenas eran extrañas, oníricas. La primera parte de la historia como dice el catálogo. Después viene la segunda. La mala. En fin, es dificil sostener un relato. Lástima. Me había encariñado con el cieguito, el profesor de Jiu Jitsu y el detective de acento raro. En la última escena aparece el director. Flaco, dirigí!! Los chistes dejenselon a Hitchcock por favor.
Como no hay dos sin tres entré a Headshots de Lawrence Tooley. El director se prensentó en la sala y saludo con un Hola Pibes. De ahí todo cuesta abajo. No tengo ningún interes por la probremática de las fotógrafas de moda en crisis. Aunque sean de treinta y pico como yo, aunque vivan en Berlín. Dirán que es envidia, ma fangulo. A los quince me fui.

Miss Mundo

1 comentario:

marcela basch dijo...

¿Miss Mundo pasó los 30? Qué decepción.