Los Angeles plays itself, Thom Andersen
Me encantó!! Mucho para decir de esta película que pareciera un documental pero es un ensayo, de una película sobre el cine pero donde es el cine el que habla. Este Andersen es un teórico e historiador del cine que con un relato en off nos muestra la historia de su ciudad en tres horas de imágenes contínuas. Desde Terminator a The Player, desde El enemigo público a Blade y Cassavettes, más innumerables películas clase b que querríamos correr a conseguir. Todo bajo la guía maestra del escritor y director (?). Vemos y aprendemos a mirar al mismo tiempo, un buen paralelo sería el exquisito libro de John Berger, Ways of Seeing. Observamos arquitecturas y sus usos múltiples, vemos decorados y su ideología y multiples anacronismos. Y todo el tiempo sin dejar de ver películas, porque más allá de la postura y la idea directríz que guía al fin (y que descubriremos con todas sus letras al final) se trata de películas, y películas donde incluso las malas adquieren su belleza (buen tema para un ensayo). En realidad son varias, una de ellas es es la que mejor retrata al Los Angeles real, situación que justamente Hollywood intento oscurecer desde el inicio (es decir, Los Angeles no existe). La otra idea es que quienes mejor han realizado este contraprograma de hacer aparecer a la ciudad son los cineastas negros independientes, los olvidados por antonomasia. Decía que a pesar de la profunda crítica ideológica hay un amor al cine, más una crítica que tanto se la puede agarrar con la clase b recalcitrante como con Cassavettes. Aunque a veces pareciera que si, no hay buenos y malos y Ozu puede aparecer en un policial clase b como una persecusión de autos llevar a cabo el programa del pionero ruso Vertov. Esto lo acerca más a las lecturas de Scorsese (al menos en espíritu) que a Godard. A dios gracias y eso hace que las tres horas pasen volando.
Dj malhumor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario