Ce jour là, Raoul Ruiz.
Es un poco exagerada (un poquito nomás) la comparación pero aprovecho para recordarles que no se pierdan Gozu del demente Takeshi Miike. Más vale una comedia negra con final negrísimo, género refinado que aceptan aquellos que le temen un poco a la sangre. Aquí tenemos unos cuantos cadáveres y cada nuevo asesinato nos produce risa lo que nos ayuda a soportar de qué se trata todo. Este Ruiz (que como Miike es capaz de hacer cinco o más películas en un año) es un caso serio, porque cuando todo bien podría haber virado hacia la farsa su inteligencia y sensibilidad lo desvia hacia donde más duele, incluso más que los martillazos en la cabeza que reciben algunos personajes. Ver muchas pelis junta te permite comparar, Ruiz logra lo que otros directores en algún punto afines (como el Chabrol de Gracias por el Chocolate y Las Flores del mal o la Chantal Ackerman de este festival) no logran, ser agudos en la simpleza sin ser pavos. No es menor tampoco que Ruiz sea alguién que ame tanto la literatura como el cine, es decir, nunca una va en contra del otro. Pero eso lo dejamos para otro día.
Santiago b.
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