miércoles, abril 21
Una de dos - Alejo Taube
Señores, nuevo cine argentino en estado puro, y con nuevo cine argentino quiero decir realismo social, buenos actores ya elegidos previamente por Stagnaro y Caetano, trasfondo histórico más que concreto, finales de ambiguos para infelices y una moderada discursividad. Una de dos se abre con las imágenes televisadas de los saqueos de diciembre de 2001. En ese contexto, cuenta la historia de un pibe de pueblo -cerca de Luján- que anda en auto nuevo y paga las cervezas de todo el barrio gracias a ciertos negocios turbios que tiene en "la capi", representado por el rubiecito de Okupas, que no sé si no viene también de Pizza birra faso. Mientras se pinta el pueblo, la mishiadura, el deterioro de las relaciones sociales (el que vende carne no le fía al del súper, el del súper no le fía a los vecinos de siempre, los vecinos de siempre dejan de pagar, etc), y algo de romance con la siempre precisa Jimena Anganuzzi (la novia embarazada de Tumberos). Mucha llanta quemada, muchas palabras localistas, mucha discusión acerca de si vale la pena cambiar las cosas y un desenlace siempre a punto. La peli no es mala, pero tampoco es nada nuevo.
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