Es lindo cuando apostás por una peli de esas de las que nadie dice nada y ganás. ¿Comedia? ¿Romántica? ¿Negra? ¿Acción? ¿Persecuciones? ¿Policial? Sí. Y tríos (o al menos triángulos), y situaciones disparatadas, y miradas demasiado intensas, y gente muy linda filmada en blanco y negro. El protagonista -que, de paso, es encarnado por el director y guionista- es echado de la escuela en la que trabaja. El por qué es lo de menos, de aquí al final del film; lo único que hay es una vertiginosa fuga para adelante donde nadie quiere que el presente se termine. El muchacho secuestra a su mejor alumna y se la lleva a la casa; ella encuentra bajo la almohada la foto de otra chica. Hay una pistola y se usa, pero los sentimientos llevan la acción de las narices. La escena del aquelarre de feministas justifica toda la película. Advertencia: redondita no es. Pero vale la pena. Me hizo acordar a la primera vez que vi Tan de repente: energía.
Todavía pueden verla:
Jueves 18, 16.45, V. Recoleta 2
Domingo 21, 21.30, V. Recoleta 2
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