Si hay una historia que uno jamás se imaginaría en una película de la competencia del BAFICI, prejuicios de por medio, esa historia es la de la pasión de Cristo. Que es, justamente, la historia que cuenta Su Re. La respuesta al por qué de su selección, supongo, está en las formas que elige este film. La película está filmada en Cerdeña, utilizando actores amateurs de esa misma zona, hablada (en sus escasos diálogos) en lengua sarda y con encuadres que por momento rozan lo pictórico (descubrir o conocer esas referencias, hablan de algo, pero no sabemos bien de qué).
Su Re cuenta la pasión de Cristo, decíamos, y lo hace con aires a lo Huillet - Straub. El problema surge entre el estilo elegido y la historia contada. Los films de Huillet y Straub nunca se cruzaron con los grandes relatos como sí lo hace este film. Hay algo sospechoso en la acumulación de todos estos recursos, que derivan en una lista de ideas preconcebidas.
Una película extraña, sin duda, y que tiene entre sus particularidades el raro honor de ser protagonizada por el Jesucristo más feo de la historia del cine. He aquí su verdadera blasfemia.
Su Re cuenta la pasión de Cristo, decíamos, y lo hace con aires a lo Huillet - Straub. El problema surge entre el estilo elegido y la historia contada. Los films de Huillet y Straub nunca se cruzaron con los grandes relatos como sí lo hace este film. Hay algo sospechoso en la acumulación de todos estos recursos, que derivan en una lista de ideas preconcebidas.
Una película extraña, sin duda, y que tiene entre sus particularidades el raro honor de ser protagonizada por el Jesucristo más feo de la historia del cine. He aquí su verdadera blasfemia.
Marcelo Alderete
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